miércoles, 15 de octubre de 2008

Mirada


Si la mirada es el espejo del alma, ¿qué ocurre cuando no hay mirada?

viernes, 26 de septiembre de 2008

Módulos en juegos de rol

Hola de nuevo mis queridos viajeros... No se muy bien por qué digo "mis queridos viajeros" más que nada, porque este blog es meramente decorativo, ya que casi nadie lo lee. En fin... Hoy voy a hablar de un tema que concierne a los juegos de rol: los módulos.


Módulos. Ya sean desarrollados durante semanas por el Director de Juego (DJ) o vengan prescritos en los libros de reglas o campañas como suplemento al mismo juego. Suelen caracterizarse por dar al jugador grandes dosis de interpretación en escaso tiempo de juego (una tarde o, a lo sumo, dos). Los temas a interpretar son infinitos: desde recuperar un artefacto sagrado de unas ruinas perdidas en mitad de un bosque, a salvar a un compañero de la guillotina en un interesante diálogo con las autoridades competentes. Y para superar esas dificultades o situaciones en la que el DJ nos sitúe, entran en juego las habilidades de los diferentes personajes que participan en el mismo. No da la misma impresión un paladín al servicio del bien que un pícaro a la hora de hablar con altos cargos, de la misma manera que un enano bárbaro no es la persona mejor indicada para colarse sigilosamente en una fortaleza.


Pero bueno, lo que vengo a escribir no es qué personajes hay o qué habilidades son necesarias para unas situaciones u otras; lo que vengo a hablar es sobre la peculiar "habilidad" que tienen los jugadores para cargarse el módulo en cuestión. Diversos estudios intentan datar si es innata o se adquiere con la experiencia, pero en lo que sí son concluyentes es en que la mayor parte de las veces, el módulo pregenerado o desarrollado durante semanas por el DJ siempre suele acabar mal.


Recuerdo, en una de mis partidas como jugador (DJ sólo he sido una vez, y fue un fracaso). Bueno, el caso es que según el módulo, el grupo de personajes debía de ir a unos túmulos y matar al Malo Malísimo, culpable de diversos incendios en el bosque y atentar contra los druidas, en una batalla épica en la que todos los jugadores participaríamos. En el grupo íbamos dos pícaros, uno de ellos medio bardo medio pícaro, un mercenario, un enano bárbaro, un paladín y un nigromante (mi personaje). Los alineamientos eran, en su mayoría, del tipo neutral, exceptuando el del paladín (legal bueno) y el de mi nigromante (caótico maligno).


Según el DJ, comenzamos a cargarnos el módulo cuando mi nigromante "invitó amablemente" a un aldeano para que nos condujese a los túmulos que, supuestamente, debíamos encontrar solos. Luego, "sin querer", pegamos fuego a una de las galerías del túmulo, cargándonos a la mitad del regimiento del Malo Malísimo, mientras yo mandaba a uno de mis zombis a que atacase a la pícara y el resto del grupo excepto el otro pícaro, luchaba contra un grupo de soldados que apareció de repente (supongo que al ver que media cueva estaba en llamas). Y ahora viene lo mejor: la muerte cutre del Malo Malísimo. No sé si el DJ lo hizo a posta o fue un pequeño lapsus o fue plena confianza en el "no pueden cagarla más" de sus jugadores, pero nos puso frente a una estantería repleta de frasquitos de ácido. Mi nigromante se polifroma en un alto cargo dentro dentro del grupo del Malo Malísimo, mientras crea un sirviente invisible que coge todos los frasquitos de ácido mientras simula que están apoyados en la estantería y no sobre el sirviente. Los demás jugadores se esconden y entra en escena el Tío Chungo (nótese que el nombre de los Malos Malísimos nunca es recordado). Me pregunta que por dónde se han ido los intrusos y le digo que por un túnel. En esto, que el enano aprovecha y le da con su martillo a dos manos un leñazo en la espalda. El Malo Malísimo se arquea de dolor y mi nigromante grita: "¡Alejaos todos; sirviente invisible, abraza al Tío Chungo!". Todos se apartan y el sirviente invisible, petado de frasquitos de ácido, se estrella contra el Tío Chungo, matándolo por corrosión.
Finalmente, liberamos a los druidas del Malo Malísimo. Conclusión de los jugadores:
  • "Qué pasada de partida, sobre todo, la cueva en llamas".
  • "Tío, ¿has visto cómo le he pegado fuego a tu zombi y luego al resto de la cueva?".
  • "Mierda, supuestamente era el líder y nadie me ha hecho caso". (El mercenario).

Conclusión del DJ:

  • "Nunca vuelvo a hacer un módulo ya desarrollado por los creadores del juego...".
  • "¿Sabéis? Os lo habéis cargado al obligar a que un aldeano os lleve a los túmulos".
  • "y menos mal que no he sido yo el que diseñó el módulo, que si no...".

Por mi parte, la partida moló un huevo. En fin, me despido ya. Hasta pronto Viajeros.

viernes, 20 de junio de 2008

Perros

Navegando he encontrado un vídeo mazo raro sobre perros con música electrónica de fondo. ¿Por qué lo posteo? Psss... ni idea; supongo que será porque estoy muy aburrido y no se qué hacer.

Bueno, a disfrutarlo.



Oscar Wilde

"Sucede a veces que las verdaderas tragedias de la vida ocurren de una manera tan inartística, que nos hieren por su cruda violencia, por su incoherencia absoluta, su absoluta necesidad de sentido, su entera carencia de estilo. Nos afectan lo mismo que la vulgaridad. Nos dan una impresión de pura fuerza bruta y nos revelamos contra eso. A veces, sin embargo, una tragedia que posee elementos artísticos de belleza atraviesa nuestras vidas. Si estos elementos de belleza son reales, despierta integra y simplemente en nosotros el sentido del efecto dramático. Nos encontramos de pronto, no ya actores, sino espectadores de la obra. O más bien somos ambas cosas. Nos observamos a nosotros mismos y el simple prodigio del espectáculo nos subyuga".


Oscar Wilde, El retrato de Dorian Gray

miércoles, 16 de abril de 2008

Foo Fighters - Best of You

Bueno, aquí os dejo una mezcla de dos de mis aficiones favoritas: la buena música y el anime. Ah, pequeña ninfa, este te lo dedico a tí.



Tres de abril del dos mil ocho.

Mmm... ¿cómo podría empezar esta entrada? Bueno, creo que ya se...

¡¡¡Hola a tod@s!!! Hoy hace un día espléndido; los pájaros pían en el exterior bajo la suave luz del sol, que con sus dorados rayos ilumina el oscuro mundo en el que vivimos; los niños corretean inocentes en el patio del colegio; las ovejas pastan tranquilas en los verdes campos mientras las abejas recolectan polen para hacer rica miel y yo, en este maravilloso día, estoy cont... ¡¡¡DE MUY MALA OSTIA!!!

Llevo toda la noche haciendo un maldito trabajo de un tal Robert Lattimore. Y cuando tras tres horas de infructuosa búsqueda en la basta red de información, se me ocurre que quizá esté buscando mal. Y a las seis de la mañana, tres horas antes de mi primera clase, busco en el libro y descubro, para mi horror, que ese tal Robert Lattimore no existe. Sí, como leéis. No era Robert; era RICHMOND.

¡¡¡WOWOWOW!!!

Imaginad la cara que se me ha quedado. Bueno, al verlo, aparte de que mi mundo se me vino abajo y me empezó a entrar una risa histérica (no sabía si reir o llorar, pero al final me decanté por lo primero), y me dije. Kore, tu puedes hacerlo (típica frase de película). Y a ello me puse.

Hora y media después consigo tener un texto medio decente de unas dos hojas, que tengo que imprimir. Total; con unas ojeras que un mapache se quedaría corto, saco la impresora de su caja, la preparo, enchufo todos los cables, meto los folios y de repente, la impresora del exorcista empieza a tragárselos como loca y a escupirlos en plan posesión infernal, llenando todo el suelo de mi habitación de hojas. Bueno, yo, "tranquilamente" las comienzo a recoger y a ponerlas de nuevo en el aparato del demonio. Y ella, fiel a su nueva religión, se pone de nuevo a echar ruidos satánicos y a dejarme la habitación más caótica de lo que ya de por sí estaba.

Bueno, a todo esto, el tiempo va pasando y mi paciencia se va agotando (nunca pensé que tendría taaaaantaaaa). Tras tres o cuatro intentos más, por fin consigo apaciguar a la bestia para que, amablemente me imprima dos simples hojas. Y ella, todo obediente, se pone a trabajar... A trabajar... Y yo, inocente pienso, "mientras esto se imprime, yo mientras aprovecho y desayuno, que se me está haciendo tarde..."

Total, voy a la cocina en bussca de un vaso limpio, pero oh musa del desconcierto (si es que existe) no quedan vasos limpios. ¿Qué hacer? Simple, echarme la leche en el vaso en el que anoche bebí Coca-Cola . Saco el cartó, vierto la "leche" en el vaso y doy el primer trago... Leche caducada: grumos.

En esos momentos estaba de MUY mala ostia. Dejo el vaso sobre la mesa, poto en el vater, y regreso a la cocina. Dejo el vaso en el fregadero; paso de desayunar y veo a ver cómo ha quedado el trabajo.

He de reconocer que el trabajo estaba impreso, pero la muy "·%&""·$%&/&$%" de la impresora me lo había imprimido en un color un tanto... llamativo; color mostaza. Bueno, preparo la mochila, meto el trabajo en una memoria externa para imprimirla en la universidad, me llevo el "otro" pos si me sirve para algo (aparte de para quemarlo) y cojo el bus.

Finalmente, la profesora no me lo pide.


Conclusión: bueno... no llego a ninguna conclusión que no contenga dentro de la misma la destrucción masiva de impresoras y la erradicación del planeta de toda información relacionada con Richmond Lattimore.

PD: hoy es un buen día.

viernes, 22 de febrero de 2008

Mad World - Gary Jules






Yny, te dedico este vídeo; espero que te guste.

miércoles, 30 de enero de 2008

Piratas I

He de reconocer que los jardines con césped de las universidades son una fuente inagotable para dejarse llevar por la imaginación. Hablando esta mañana con unos amigos sobre piratas, hemos llegado a ciertas conclusiones sobre los mismos; conclusiones que no aparecen en los libros. Además, hemos decidido compartir nuestra sabiduría con el resto de seres humanos que pueblan la tierra, así que los que tenemos blogs hemos decidido publicarlo.

Estas son las conclusiones a las que hemos llegado. Las pondré por puntos, para hacer más llevadero el informe:

  1. Los piratas no eran asesinos; eran cirujanos. No hemos llegado a comprender dónde estudiaron medicina ni cómo consiguieron el título que les permitía operar (en Isla Tortuga no existían las universidades).
  2. Su barco no era un barco pirata, era un barco-ambulancia (a lo bestia, pero era de gran utilidad a la hora de ayudar a los buques que requerían de sus servicios).
  3. La mala fama surgió a raíz de que, en su afán por mejorar la vida de los demás, operaban sin pedir permiso y sin usar anestesia, lo que provocaba la muerte a los enfermos (o sanos) que se sometían a sus operaciones.
  4. Otro problema que agravaba la situación de los operados, eran las pésimas condiciones higiénicas del lugar y el hecho de que no limpiaban ni esterilizaban sus útiles médicos.
  5. No eran unos ladrones. Tras la operación, exigían el pago por los servicios prestados, pero como en la mayor parte de las veces el paciente moría, se veían en la obligación de "robarle" al difunto el coste de la operación.
  6. Había varios tipos de cirujanos y varios precios por operación; ello les obligó a hacer varias banderas para diferenciar sus buques-ambulancia y ayudar al resto de naves a reconocerlos fácilmente.
  7. Isla Tortuga era su lugar de descanso y relajación tras largos períodos de cura a través de los mares, además de donde conseguían provisiones.
  8. Los cañones no eran para destruir barcos enemigos, sino para anunciar su proximidad. Eran buenos curando, no disparando; eso hizo que más de una vez, su "sirena" hundiese más de un barco, arruinando así sus ganas de seguir trabajando durante el resto del día.
  9. La pasarela era en realidad un trampolín en el que animaban a sus "huéspedes" a darse un bañito antes de la cena. Lo que no sabían era que las aguas estaban llenas de tiburones y que las ataduras para que no se moviesen durante la operación no eran buenas para nadar, ya que no podían mover los brazos y mantenerse a flote.

Y hasta aquí la primera parte; sí, esto va por fascículos. La siguiente publicación la sacaremos más adelante, no se cuándo exactamente, pero más adelante.

Y aquí me despido, Viajeros. Nos vemos.