viernes, 18 de febrero de 2011

Burdeos







Esta noche me siento burdeos. Será quizá por haber oído hablar de vinos esta tarde, por haber visto Orzowei en resonancia o por estar escuchando Roxette en estos momentos. Me siento extrañamente alegre... 
Esta noche, de regreso a casa, el mar estaba aterciopelado. Imaginad terciopelo azulmarino profundo, pero con reflejos plateados. Así estaba el mar, con la luna llena reflejándose desde lo alto; el viento agitando las olas que rompían furiosas contra las rocas que separan el mar de la tierra, y por ende, de la carretera y mi coche. Mmm, sí, esta noche es una bonita noche. Luna perfecta, mar perfecto, quizá demasiado viento para mi gusto, pero más o menos, todo en su justa medida. 

Aun con los cascos puestos, oigo el viento a través de la persiana...

¿Cómo puede una idea infectar una mente de forma tan eficaz? Esto es lo que me está pasando desde hace poco, y no se muy bien ni cómo ni por qué, aunque una ligera idea tengo; el tema: la muerte. He pasado de pensar en que al morir nuestra esencia, ese algo que hace que yo sea yo y que vosotros seáis vosotros prevalece en un mundo paralelo de energías o esencias, a pensar que al morir, fin, pues sólo somos átomos mal puestos y los átomos carecen de consciencia. Y es ahora donde esta idea se ahoga, ¿porque qué sentido tiene que los átomos tengan consciencia? ¿Qué hace que me pregunte todas estas cosas? ¿Qué es la consciencia en sí? ¿Quizá mi idea de las esencias no es tan descabellada como parece? Mmm... sí, estoy raro esta noche...

domingo, 13 de febrero de 2011

Odisea








Día en Granada:  


  • Salir temprano, es decir, sobre las 11.30.
  • Dos horas de autovía, y tras pasar una montaña: Granada.
  • 1er problema: ¿cómo se accede a Granada? Simple, dar vueltas a lo loco y al final entramos.
  • 2º problema: aparcamiento. Solución: parking al lado del Neptuno, 1h - 1€. Quepa recordar el Señor del Carrito buscando su coche...
  • Comida: Burguer King.

Y ahora toca el tour. Mmm... ¿cómo se llega a la catedral? Yo to feliz en plan, "seguidme mis pequeños hobbits". Y para delante. Ciertamente agradezco a mis neuronas, queridas neuronas, que almacenasen durante mis fugaces visitas a Granada ciertos lugares que han hecho que haya podido ser un guía decente. Cafetería/bar... mmm... esto me suena. Bifurcación: ¿qué camino tomo? Venga, a la izquierda. Portales y librería Flash... hostia, me suena. Y en cinco minutos, en Regiones. Diez metros más arriba, en una plaza to rara, bus de la selección en los mundiales: foto.

A partir de ahí, destinos:

  • Catedral.
  • Calle Colón.
  • Plaza ¿de ayuntamiento?con corrillo de gente y un tío en medio haciendo como teatro.
  • Paseo de los Tristes con horda de guiris.
  • Cuesta horrorosa de subir esquivando autobuses balas.
  • Mirador de San Nicolás y típicas fotos de Alhambra de fondo. Bueno, fotos ha habido durante toda la tarde.
  • Calles raras hasta zona de teterías.
  • Té pakistaní y nueva cachimba adquirida.
  • 3er problema de día: frío.
  • 4º problema: coche a tomar por saco.
  • Solución a problemas 3 y 4: bajar deprisa a pata (como todo el día) hasta el coche.
  • 5º problema: salir de Granada. Al final, tras varias vueltas salimos. De regreso a casa.

Resumen: tarde de lujo, paseos por Granada, dolor de pies, frío y fotos. Tarde perfecta. 
 

jueves, 3 de febrero de 2011

Agridulce



Mi anterior entrada me ha golpeado de lleno hace poco... tsk... Pero mi alocada rutina como práctico no me deja tiempo para pensar; eso, y el hecho de que ahora también dedico parte de mi tiempo a enseñar la lengua de Virginia Woolf. En fin, pese al estado de desorientación en el que mi yo interior se encuentra en estos momentos, creo que merece la pena resaltar mis nuevos descubrimientos y las cosas buenas que me han pasado en los últimos tres días. En cierto modo, me ayudan a evadirme...


Y ahí van:



El saber que puedo enseñar y que me entiendan satisfactoriamente.
Desarrollar mi mundo de fantasía que estoy escribiendo (para una partida de rol steampunk).
Haber descubierto a una persona que vale como persona.
Aumentar mis conocimientos con pruebas extrañas como la colangiografía endoscópica.
Descubrir al revelar una placa una imagen tierna y sobrecogedora.
Recordar que no esoty solo, aunque en mi mundo feliz, yo crea lo contrario.
Que alguien a más de cinco mil quilómetros me despierte el corazón con la magnética música de Ludovico Einaudi (vídeo de comienzo de la entrada).
El "A bum bum" y "el niño banana" que hace que me parta la caja con mi sangre.
La persona que puebla mi duro corazón.
El buen rollo.
El sentirme vivo.
El sentirme querido.
Evocar a los que se fueron y recordar sus caras.



Mmm... estoy raro... en fin...