Recién operado, y tras un día de convalescencia, retomo mis clases y mis estudios con unos cuantos puntos en la parte derecha de mi cara, y con una bonita venda con esparadrapo sobre ella. Renovado y con dolores, no se puede ser perfecto, escribo la primera entrada del año, y viendo las anteriores, espero no sea la última.
Bien es cierto que el año pasado escribí poco o nada, no nos engañemos, pero fue un año de tantos cambios que apenas si me quedaba tiempo para desahogarme. Y pasando de propósitos de año nuevo, y de memeces del estilo, me dignaré a decir que con suerte y algo de empeño, intentaré volver a darle lustre a este blog, que más que un muro parece una esquela.
Sin más dilación, me despido. Supongo que no volveré a meter entradas "decentes" hasta mediados de febrero. Hasta entonces, un saludo.