Saludos Viajeros. Regresé del verano cargado de emociones y con miles de fotos de mis viajes (si recuerdo cómo se ponían en esto, quizá ponga algunas, jeje). regresar del verano significa volver a la rutina, en mi caso a la Universidad. Pero eso no quiere decir que la Universidad sea un rollo. En la Universidad uno se lo pasa genial, si sabe cómo divertirse.
Lo primero, es pillarte los horarios y matricularte. Eso tiene un cierto follón, pero al final uno consigue hacerlo todo bien y no volverse loco, jaja. Lo que sigue es ir a clases y reencontrarte con los antiguos compañeros y viejos profesores, aparte de conocer nuevos compañeros y profesores. También nos encontramos con aquellos compañeros con los que uno no se iría ni loco con ellos (yo sé por qué lo digo...).
Aparte de las clases, están los servicios de la universidad, como las cafeterías, las máquinas expendedoras de comida, los comedores, los kioscos... En esos servicios, los cuales no son gratis, te dejas a lo largo del año una pasta, porque a eso has de añadirle el coste de: material escolar, libros, fotocopias, pagar el alquiler de un piso o la estancia en una residencia o colegio mayor... Si, es aquí cuando uno se da cuenta que la adquisición de saber cuesta, sobre todo, dinero, mucho dinero. Volviendo a los servicios de la universidad; es en esos lugares en los que uno tertulia con sus compañeros sobre diversos temas: libros, cine, trabajo (hay quienes trabajan; yo no pertenezco a ese sector, todavía...) y demás temas de cierta relevancia.
Ahora voy a hablar del Campus en sí. Es un lugar acogedor que invita a la reflexión; nos ayuda a madurar psicológicamente (a unos más que a otros); nos enseña a ser más humanos y a adquirir conocimientos que nos servirán en el futuro. Porque uno no sólo aprende lo de su carrera, sino que también aprende de otras, ¿o es que nadie ha tenido nunca amigos de otras carreras? Quepa mencionar dos amigos míos: P. de CC EE, y N. de Química.
Se me olvidaba una cosa muy importante de las universidades, los bancos y el césped. Esos lugares favoritos de los estudiantes, donde sentarse un rato a leer, escuchar música, hablar con los amigos o, simplemente, descansar un rato y desconectar del mundo.
En las universidades se celebran constantemente eventos, congresos, concursos... además de las, ya conocidas por los estudiantes, cervezadas. Como ya sabréis, consisten en quedar con los amigos e irse por ahí de copas, ya que ese día en concreto están más baratas. A mi, personalmente no me atrae mucho esa idea, pero no hay nada de malo por probar, ¿no?
Realmente, en la universidad uno se lo pasa bastante bien si sabe cómo hacerlo, pero aparte de eso, hay que currárselo y estudiar, porque pasárselo bien no quiere decir que se puedan eludir las obligaciones de uno mismo, que en este caso son estudiar y sacarse una carrera. No vamos a estar siempre en la universidad, ¿no? (Si trabajamos allí en el futuro, si). En serio hemos de tomarnos esto, está bien la juerga, pero eso hay compaginarlo con los estudios, anteponiendo éstos a todo lo demás.
En fin, no sé que más comentar. Creo que esta vez me he currado el texto, jeje. Sólo me queda despedirme. Nos vemos Viajeros. Un saludo: El Viajero Errante.
Hay que volver...
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