No puedo dormir... Dando vueltas en la cama si poder conciliar de nuevo el sueño, me levanto y miro si ya me he bajado una serie que levo pidiéndosela a una amiga desde hace tiempo (cómo lea esto, me mata...). Total, abro el Firefox, pongo música en el reproductor del ordena y comienzo a navegar.
Abro la pestaña de favoritos, selecciono uno de los enlaces que tengo, y me dirijo a un foro que suelo frecuentar: Ludere Aude. Me meto dentro, y echando un vistazo por los subforos, veo uno dedicado a una partida de rol de La Leyenda de los Cinco Anillos. De repente, recuerdo una de las pocas partidas que he jugado a ese juego (dos o tres a lo sumo), y empiezo a reirme (no muy alto, porque mis compañeros de piso están durmiendo). La causa de la risa fue el desastroso final: destrucción de la Fortaleza del Clan Fénix. Os cuento la anécdota.
Mi personaje, un heraldo de la Familia Imperial Miya, de nombre Miya Fei-Shei , ha de viajar a la Fortaleza para entregar un mensaje sellado al Daymio del Clan Fénix. Total, llego a la Fortaleza, dejo mis cosas y me encuentro con un grupo de aventureros que se han cargado a un dragón o algo así, y que están allí por razones que ahora no logro recordar. Cae la noche, y tras uno baño en los manantiales de aguas termales que posee la Fortaleza, nos preparamos para el banquete al que hemos sido invitados. Comemos, bebemos, charlamos y al acabar, nos retiramos a nuestras habitaciones. Ya es noche cerrada cuando se arma un buen follón en el psio inferior en el que se encuentran nuestras habitaciones. Total, los aventureros se preparan, cogen sus armas y bajan a ver qué es lo que pasa. Yo llamo a un criado que pasa delante de la habitación corriendo y le pregunto qué ocurre. Él me contesta que han asaltado la fortaleza.
Tras tres turnos debatiéndome si he de ayudar a mis compañeros y a la guardia o seguir durmiendo, decido actuar. Me preparo, cojo mis armas y bajo al piso inferior para ver cómo va la cosa. De repente, me encuentro que un pasillo está lleno de una especie de figuras oscuras, como de alquitrán, que están atacando a todo lo que pillan. Extrañamente, se me van las ganas de seguir en la fortaleza y le pregunto al máster dónde puedo recoger a mi caballo. Él me responde que he de atravesar ese pasillo para poder llegar a las cuadras. "Oh, mierda". Bueno, atravesaré el follón como pueda y si no me queda más remedio que luchar, que así sea.
Lo guay de los bichos era que les seccionabas un brazo y del trozo salía un nuevo bicho. Entre el follón, alguien ataca con fuego y parece que daña a las criaturas. Así, a uno de los jugadores se le ocurre la brillante idea de tirar desde los balcones de arriba candiles para pegarles fuego a los bichos. Llama a unos cuantos criados, recogen entre todos candiles y, sin avisar a los que estamos luchando abajo, los tiran desde arriba. El máster nos dice: "véis cómo caen candiles que, al chocar contra el suelo, revientan y expanden llamaradas de fuego por todos lados, en plan, coctel-molotov". Todos nos alejamos como podemos del fuego. Una mujer del Clan Unicornio aprovecha para correr a por su caballo mientras el resto se repliega por el lado contrario del pasillo. A todo esto, el máster nos dice: "véis cómo el fuego comienza a extenderse por las paredes, el techo y los tatamis". Uno de los jugadores se queja en plan: "¿cómo se va a extender el fuego?", a lo que el máster le responde: "recuerda que la Fortaleza está hecha de madera".
"Oh, mierda".
Lo peor estaba por llegar... Los bichos-chapapote comienzan a juntarse hasta que crean una especie de bicho parecido a un rinoceronte del tamaño de un elefante, que se vuelve loco al ver tanto fuego, y embiste hacia todos nosotros. Lo esquivamos como podemos mientras el bicho abre un boquete en la fortaleza y crea un túnel que se adentra en la montaña. A todo esto, el fuego se ha extendido de manera brutal, haciendo que media fortaleza esté en llamas. Caos total. Sirvientes corriendo por todos lados, guardias, invitados... El jugador que tuvo la idea de los candiles estaba empezando a movilizar gente para apagar el incendio, pero el máster, para ahorrarnos tiempo, nos dijo: "de repente, oís crujidos, como si viniesen de las entrañas de la fortaleza; éstos se hacen cada vez más fuertes; ¿qué hacéis?". Uno de nosotros decide asomarse a uno de los balcones para ver qué está pasando y le pregunta al máster que qué ve. El máster le responde: "ves cómo la fortaleza comienza a desplomarse; poco a poco, pero se está viniendo abajo". El personaje del jugador viene corriendo y nos lo dice. Pánico general.
Mi personaje comienza a correr por el túnel hecho por el bicho-rinoceronte, para intentar salvarse en el interior de la montaña. Varios de los jugadores me siguen mientras otros corren hacia las caballerizas a por sus monturas. La unicornio regresa a la escena donde debería de haber una pelea, encontrándose un gran boquete, una fortaleza en llamas y se escuchan unos crujidos horribles. Se decanta a tirar por el recién estrenado túnel. Yo la veo acercarse y, usando piruetas, consigo subirme a su caballo (ella también colaboró al ayudarme a subir a la montura). Aquí, el máster decide acabar con la partida.
Abro la pestaña de favoritos, selecciono uno de los enlaces que tengo, y me dirijo a un foro que suelo frecuentar: Ludere Aude. Me meto dentro, y echando un vistazo por los subforos, veo uno dedicado a una partida de rol de La Leyenda de los Cinco Anillos. De repente, recuerdo una de las pocas partidas que he jugado a ese juego (dos o tres a lo sumo), y empiezo a reirme (no muy alto, porque mis compañeros de piso están durmiendo). La causa de la risa fue el desastroso final: destrucción de la Fortaleza del Clan Fénix. Os cuento la anécdota.
Mi personaje, un heraldo de la Familia Imperial Miya, de nombre Miya Fei-Shei , ha de viajar a la Fortaleza para entregar un mensaje sellado al Daymio del Clan Fénix. Total, llego a la Fortaleza, dejo mis cosas y me encuentro con un grupo de aventureros que se han cargado a un dragón o algo así, y que están allí por razones que ahora no logro recordar. Cae la noche, y tras uno baño en los manantiales de aguas termales que posee la Fortaleza, nos preparamos para el banquete al que hemos sido invitados. Comemos, bebemos, charlamos y al acabar, nos retiramos a nuestras habitaciones. Ya es noche cerrada cuando se arma un buen follón en el psio inferior en el que se encuentran nuestras habitaciones. Total, los aventureros se preparan, cogen sus armas y bajan a ver qué es lo que pasa. Yo llamo a un criado que pasa delante de la habitación corriendo y le pregunto qué ocurre. Él me contesta que han asaltado la fortaleza.
Tras tres turnos debatiéndome si he de ayudar a mis compañeros y a la guardia o seguir durmiendo, decido actuar. Me preparo, cojo mis armas y bajo al piso inferior para ver cómo va la cosa. De repente, me encuentro que un pasillo está lleno de una especie de figuras oscuras, como de alquitrán, que están atacando a todo lo que pillan. Extrañamente, se me van las ganas de seguir en la fortaleza y le pregunto al máster dónde puedo recoger a mi caballo. Él me responde que he de atravesar ese pasillo para poder llegar a las cuadras. "Oh, mierda". Bueno, atravesaré el follón como pueda y si no me queda más remedio que luchar, que así sea.
Lo guay de los bichos era que les seccionabas un brazo y del trozo salía un nuevo bicho. Entre el follón, alguien ataca con fuego y parece que daña a las criaturas. Así, a uno de los jugadores se le ocurre la brillante idea de tirar desde los balcones de arriba candiles para pegarles fuego a los bichos. Llama a unos cuantos criados, recogen entre todos candiles y, sin avisar a los que estamos luchando abajo, los tiran desde arriba. El máster nos dice: "véis cómo caen candiles que, al chocar contra el suelo, revientan y expanden llamaradas de fuego por todos lados, en plan, coctel-molotov". Todos nos alejamos como podemos del fuego. Una mujer del Clan Unicornio aprovecha para correr a por su caballo mientras el resto se repliega por el lado contrario del pasillo. A todo esto, el máster nos dice: "véis cómo el fuego comienza a extenderse por las paredes, el techo y los tatamis". Uno de los jugadores se queja en plan: "¿cómo se va a extender el fuego?", a lo que el máster le responde: "recuerda que la Fortaleza está hecha de madera".
"Oh, mierda".
Lo peor estaba por llegar... Los bichos-chapapote comienzan a juntarse hasta que crean una especie de bicho parecido a un rinoceronte del tamaño de un elefante, que se vuelve loco al ver tanto fuego, y embiste hacia todos nosotros. Lo esquivamos como podemos mientras el bicho abre un boquete en la fortaleza y crea un túnel que se adentra en la montaña. A todo esto, el fuego se ha extendido de manera brutal, haciendo que media fortaleza esté en llamas. Caos total. Sirvientes corriendo por todos lados, guardias, invitados... El jugador que tuvo la idea de los candiles estaba empezando a movilizar gente para apagar el incendio, pero el máster, para ahorrarnos tiempo, nos dijo: "de repente, oís crujidos, como si viniesen de las entrañas de la fortaleza; éstos se hacen cada vez más fuertes; ¿qué hacéis?". Uno de nosotros decide asomarse a uno de los balcones para ver qué está pasando y le pregunta al máster que qué ve. El máster le responde: "ves cómo la fortaleza comienza a desplomarse; poco a poco, pero se está viniendo abajo". El personaje del jugador viene corriendo y nos lo dice. Pánico general.
Mi personaje comienza a correr por el túnel hecho por el bicho-rinoceronte, para intentar salvarse en el interior de la montaña. Varios de los jugadores me siguen mientras otros corren hacia las caballerizas a por sus monturas. La unicornio regresa a la escena donde debería de haber una pelea, encontrándose un gran boquete, una fortaleza en llamas y se escuchan unos crujidos horribles. Se decanta a tirar por el recién estrenado túnel. Yo la veo acercarse y, usando piruetas, consigo subirme a su caballo (ella también colaboró al ayudarme a subir a la montura). Aquí, el máster decide acabar con la partida.
- Resultado: destrucción de la Fortaleza del Fénix causada por un incendio y su posterior derrumbamiento.
- Daños colaterales: todas las aldeas y pueblecitos que fueron arrasados por el torrente de escombros que dejó la fortaleza a su paso por la ladera de la montaña.
- Muertos: miles (toda la gente que no se salvó de la Fortaleza y los que estaban durmiendo en sus casitas de adobe sin pensar en que una marea de fuego y tiera se les venía encima.
Bueno, aquí acaba la anecdota. Total, seguí navegando mientras buscaba fondos de escritorio del juego hasta que, a través de Wikipedia, me metí en la página oficial del juego. sobra decir que no encontré los fondos de escritorio; lo que sí encontré, es una página en inglés, esas de test estúpidos sin valor, que te hacían una serie de preguntas y según tus respuestas, te decían de qué clan de la Leyenda de los Cinco Anillos podías pertenecer.
Aquí dejo mis resultados:
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