jueves, 3 de febrero de 2011

Agridulce



Mi anterior entrada me ha golpeado de lleno hace poco... tsk... Pero mi alocada rutina como práctico no me deja tiempo para pensar; eso, y el hecho de que ahora también dedico parte de mi tiempo a enseñar la lengua de Virginia Woolf. En fin, pese al estado de desorientación en el que mi yo interior se encuentra en estos momentos, creo que merece la pena resaltar mis nuevos descubrimientos y las cosas buenas que me han pasado en los últimos tres días. En cierto modo, me ayudan a evadirme...


Y ahí van:



El saber que puedo enseñar y que me entiendan satisfactoriamente.
Desarrollar mi mundo de fantasía que estoy escribiendo (para una partida de rol steampunk).
Haber descubierto a una persona que vale como persona.
Aumentar mis conocimientos con pruebas extrañas como la colangiografía endoscópica.
Descubrir al revelar una placa una imagen tierna y sobrecogedora.
Recordar que no esoty solo, aunque en mi mundo feliz, yo crea lo contrario.
Que alguien a más de cinco mil quilómetros me despierte el corazón con la magnética música de Ludovico Einaudi (vídeo de comienzo de la entrada).
El "A bum bum" y "el niño banana" que hace que me parta la caja con mi sangre.
La persona que puebla mi duro corazón.
El buen rollo.
El sentirme vivo.
El sentirme querido.
Evocar a los que se fueron y recordar sus caras.



Mmm... estoy raro... en fin...

2 comentarios:

  1. 10.362 (o cerca)... esos son los kilómetros aproximados para tí. ¿Y sabes? Siempre es un gusto intercambiar esas melodías que nos demuestran que la vida es Agridulce.. (y que no solo es una colección de gustos solo agrios y tristes).

    Viene bien que de vez en cuando nos recuerden para que estamos aquí y lo importantes que somos para ciertas personas.
    Un gran abrazo, querido Viajero, de hermano.

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  2. El gilipollas de tu novio que después de 8 meses sigue llorando cuando se pelea contigo...

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